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Lunes 19 de septiembre de 2011

La inseguridad no es culpa de Calderón: Sicilia

El poeta adjudicó la problemática a la descomposición del sistema político mexicano


El poeta adjudicó la problemática a la descomposición del sistema político mexicano

Puebla— El poeta Javier Sicilia aseguró que el problema de inseguridad que lacera al país no es culpa del presidente Felipe Calderón, sino de toda la descomposición del sistema político.

Dijo que para transformar el escenario es necesaria una tregua con el Ejecutivo.

Durante su visita a Puebla, como parte de la denominada Caravana del Sur, reconoció que para conseguir un cambio en la estrategia anticrimen del gobierno federal es necesario el diálogo con las autoridades.

En el mitin, un hombre le gritó:

—Sicilia, no le des tregua a Calderón.

—"Sí, pero tenemos que hacerlo, a fuerza de un diálogo, a fuerza de presión, de movilización, tenemos que transformar. Ojalá el problema fuera Calderón, el problema es la estructura, la clase política que se aleja cada vez más de su vocación fundamental que es servir a la población", respondió el poeta.

Sostuvo que el desafío es lograr la unidad fuera de partidismos e ideologías, basándose en la fraternidad, la amistad y la sensibilidad ante la tragedia de las víctimas del crimen.

Sicilia recalcó que la violencia tiene origen en la irracionalidad económica, que se ve en la maximización de la ganancia en algunas cúpulas y la marginación, el abandono y el despojo entre los sectores pobres.

Subrayó que es urgente replantear al estado, mediante estrategias efectivas de seguridad sin llegar a la militarización.

Señaló que los últimos días han sido sumamente complejos para el movimiento que encabeza, particularmente por las críticas de la prensa.

No obstante, dijo que los discursos ideológicos de las organizaciones y movimientos sociales pueden cuestionarse, pero no sus causas legítimas.

En ese sentido mencionó que en la caravana hay gente que padeció la pérdida de hijos, hermanos, esposos y padres, por culpa de la "guerra absurda" de Calderón.

Al concluir el acto masivo que encabezaron cerca de mil personas, entre acompañantes de la caravana y organizaciones de Puebla y Tlaxcala que se dieron cita en el zócalo angelopolitano, Sicilia ignoró las preguntas de la prensa local.

Un grupo de hombres conformó una valla para resguardar su arribo al vehículo que lo trasladaba, cuando el poeta cayó hasta el piso llamando la atención de los presentes. Javier Sicilia se fue tan rápido como llegó.

Durante el recorrido del contingente por la avenida Reforma en el Centro Histórico, Sicilia permaneció en su camioneta por cuestiones de seguridad.

El extenso acto permitió la intervención de varias personas, en su mayoría víctimas de la violencia.

Milo, un indígena de la Mixteca poblana, repudió a los "travestis políticos" que de un día a otro cambian de filiación política, pasándose del PRI al PAN.

Expuso que la población pobre e indígena no quiere recibir despensas, cemento o tinacos sino respeto y certidumbre por parte del gobierno.

Otro orador fue el fotoperiodista Irineo Mujica a quien agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) golpearon y despojaron de su equipo mientras grababa en Puebla un documental sobre los abusos cometidos en contra de migrantes centroamericanos.

Tras casi dos horas, el contingente recibió un refrigerio por parte de organizaciones poblanas, compró cafés fríos para saciar la sed y mitigar el intenso calor e intentó ocupar los sanitarios del Palacio Municipal encontrándose con la negación de los policías poblanos.

La caravana partió a bordo de una decena de autobuses. Hombres y mujeres, jóvenes y viejos, desaparecieron con sus pancartas "No más Sangre", "Menos guerra, menos muerte, más poesía".