La producción agropecuaria

En el presupuesto de egresos para 2011, ahora en discusión por el Congreso del Estado, se destinan solo 939 millones de pesos para apoyo de la actividad agropecuaria en 2011. Esta cantidad ni siquiera es aportada en su totalidad por el gobierno del Estado, sino que incluye recursos federales que se enviarán por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Ni los diputados locales, ni la CNC del PRI, ni el Barzon Agropecuario, ni la Confederación Agronómica Nacional o las uniones ganaderas han dicho nada al respecto. Estos 939 millones de pesos son el 2 por ciento del gasto programado por el Estado para 2011, estimado en 41,000 millones de pesos. La federación destina el 8 por ciento de su presupuesto para este fin, es decir 4 veces más.

Estos 939 millones de pesos son el 0.2 por ciento del producto interno bruto del Estado. La federación destina el 2 por ciento del PIB nacional para este fin, es decir diez veces más. La producción agropecuaria y forestal del Estado abarca entre un 6 y 8 por ciento del PIB y por tanto como actividad primaria, al igual que en el país y en todo el mundo, es ampliamente superada por el PIB de servicios y el PIB industrial. A pesar de la baja influencia del sector en el PIB del estado, de cualquier manera consideramos que la inversión estatal en el ramo es pobre. Siendo el gobernador un exdirigente campesino, y gran promotor en su campaña política del tema del campo, vemos que ese interés no se refleja en el gasto público estatal del año que entra.

A pesar de la ancestral falta de agua del desierto chihuahuense, el Estado es primer productor de manzana, de nuez, ganado vacuno y tercer lugar nacional en producción de leche. En resumen, destinar el 2 por ciento del gasto público estatal al PIB agropecuario no suena a justo. Destinar el 0.2 por ciento del PIB estatal al PIB agropecuario tampoco suena a justo.