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Jueves 28 de mayo de 2009

Lázaro Gaytán; por la puerta grande


Seguramente la mezquindad política y los intereses de mantenerse en campaña, impedirán a muchos actores reconocer la labor que realizó al frente de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua, el arquitecto Lázaro Gaytán.

Sin embargo, quien tenga un mínimo de coeficiente intelectual, entenderá la trascendencia de sus acciones.

Lázaro Gaytán llegó a Chihuahua en el año 2004 con el entonces Alcalde, Juan Blanco, a la Dirección más preocupante para cualquier administración.

Recomendado, no se por quien, se intengró a un equipo y empezó a trabajar en una dependencia que literalmente había dejado lapidada su antecesor Raúl Grajeda Domínguez, quien pasaba a ser Secretario de Seguridad Pública Estatal y se había llevado a más de 200 agentes.

Es más, en aquellos momentos se hacia burla por parte del personal de la Secretaria de Seguridad Pública, sobre las acciones que había realizado para entorpecer la labor de Lázaro Gaytán y del nuevo Alcalde.

Con muy pocos policias (300), sin información estratégica, con una patrullas tipo Isurus que más bien erán la burla de los delincuentes y con la falsedad de una supuesta certificación de Calea, que resultó ser tan solo el inicio del procedimiento que al final concluyó Lázaro, empiezan a trabajar la nueva administración.

Paralelamente a estos hallazgos de Lázaro, el crecimiento del índice delictivo era palpable, día a día, semana a semana, mes a mes.

Así inicia el combate con acciones intrepidas como las realizadas por el entonces Coordinador de equipos especiales, Edmundo Fernandez (QEPD), dedicados a reventar desde fiesta rave, hasta picaderos y zonas de desmantelamiento de vehículos etc. Sobra decir que esta tarea costo la vida al funcionario.

Sin duda en esos momentos (2004-2005) era evidente el nivel de colusión que llegó a existir entre la autoridad y los delincuentes, sin embargo las acciones del jóven director, de caracter tranquilo, mesurado, sin aspavientos, pero con mucha operatividad, lograron sacar adelante a la corporación policiaca y empezar una camino a la profesionalización.

En fin, Lázaro termina entregando una Policía Municipal con mucho mejores patrullas tipo Pick Up y buenas motos, con casi mil agentes policiacos, duplicó el equipamiento de los Bomberos, y aun más, creo la Escuela de Policía y dejó estudiando licienciaturas a practicamente todos sus altos mandos.

Todo esto con trabajo, esfuerzo y un gran espiritu de servicio del jóven arquitecto, quien hoy se va, como señalaron por ahí algunos de sus amigos, por la puerta grande.

Suerte señor y gracias por buscar la protección de nuestros hijos y nuestras familias.