Madero; ¿Presidente de México?

Cuando el chihuahuense Gustavo Madero se convirtió en Presidente del Senado, manteniéndose como suspirante a la gubernatura del estado, todo mundo especulo sobre su futuro político.

Que si estaba dentro del equipo del Presidente, que si iba por un hueso en el gabinete, etc.

Muchos fueron los comentarios, aunque solo unos pocos se atrevieron a señalarlo como posible candidato a la Presidencia de la República, entre ellos un servidor por supuesto.

Pese a ello Madero se mantuvo firme en sus suspiración.

Hizo reuniones con militantes panistas, en varias partes del estado y con muy buen nivel de aceptación.

Su equipo de trabajo de inmediato comenzó a señalar que el nuevo cargo era más bien el cambio necesario para garantizar la candidatura.

Hoy, la circunstancia ha cambiado en forma por demás drástica.

El fallecimiento de Juan Camilo Mouriño, el candidato del Presidente, ha provocado una serie de movimientos nacionales que, por supuesto, incluyen al Senador Madero.

Porque Juan Camilo en definitiva era el proyecto del 2012 y hoy los reacomodos están a la orden del día, con pocas figuras realmente visibles y probables.

En esta circunstancia el Chihuahuense Gustavo Madero, es uno de los principales y naturales presidenciables en el país.

Ocupa una posición privilegiada, tiene una imagen privilegiada y reconocida, pero además es el primero a la vista.

De ahí en más el líder nacional del PAN, Germán Martínez, el líder de los diputados federales Héctor Larios y otros personajes de alto nivel podrían empezar a realizar acciones para levantar el vuelo, sin embargo Madero esta más al alza que cualesquiera de ellos.

Veremos pues que pasa.

Por lo pronto a nivel local los que están frotándose las manos con al circunstancia son los suspirantes a la gubernatura, Juan Blanco y Carlos Borruel.

Para ellos la posición del Senador es más, mucho más que un simple hecho aislado y afortunado para Chihuahua.

Blanco y Borruel son hoy los más encaminados en la carrera por la gubernatura de Chihuahua, situación que empezará a definirse el próximo año con las elecciones federales.

La definición no solo estará ajustada a los logros de los dos suspirantes, sino a la propia definición que tomen los grupos de apoyo al interior de partido.

Por el momento esos grupos tienen puestos tremendos ojotes en Blanco y Borruel, para irlos evaluando y a la hora de la verdad, definir quien si, o más bien quien no.

Por otra parte, aunque ahora hasta la política nos relaja un poco, de tanta mala noticia que sucede en Chihuahua a cada momento, Chihuahua sigue enfrentando una guerra contra el narco.

Los años que han trascurrido con las diferentes bandas enquistadas en la sociedad local, han ocasionado una evidente interacción de los narcotraficantes con supuestos prominentes empresarios e incluso funcionarios de gobierno.

La guerra no es casual, lo grave es que gente sin deberla ni temerla este pagando los platos rotos.

Ojala los grupos encuentren solución a sus problemas y permitan que la tranquilidad vuelva a Chihuahua.