Ni la izquierda radical, ni la derecha corrupta; Los retos de nuestro México

Han arrancado las precampañas y México busca rumbo de cara a las elecciones del proximo año, el 2024, donde se renovará la Presidencia de la República, además de diputaciones, senadurías y en muchas partes de Mexico alcaldías, incluso habrá eleciones para las gobernaturas en Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

La gran interrogante en este inicio para los electores de izquierda, representanda por la aspirante de MORENA, es como evitar que su candidata Claudia Sheinbaum sea vista como una radical, anticristiana, particularmente anticatólica, después de haber derribado "por error" una barda de una capilla en la Ciudad de México, cuando gobernaba en la delegación Tlalpan en 2016.

Otro reto es quitarse la marca de la parte negativa del Gobierno que hoy encabeza Andrés Manuel López Obrador y que ha tenido eventos desafortunados como el retroceso en materia de aeropuertos, el facaso en la venta del avión presidencial, la eliminaciòn de apoyos a madres solas, guarderias, la falta de medicamentos en el sector salud y el poco presupuesto asignado, entre muchas otras materias.

Realmente Claudia deberá ser muy clara en su propuesta, si va a ser un gobierno de continuidad a lo que está realizando Andrés Manuel López Obrador, cumpliendo los acuerdos y compromisos alineados a la izquierda global en el Foro de San Pablo Brasil realizado en julñio de 1990, al que esta adherido Morena, o bien renovará su propuesta.

Para la derecha, hoy rosa, la cosa tampoco esta fácil; la abanderada de la alianza agrupada en el Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez deberá asumir un rol muy actuante en términos de las figuras a su lado, para evitar terminar proponiendo una continuidad de la derecha corrupta en el Gobierno, la cuál fue evidentemente rechazada en las pasadas elecciones, al grado de que los votantes permitieron que Andrés Manuel llegará al poder.

Hoy el tema no se visualiza en su totalidad, pero el sector corrupto de la derecha es el que detuvo realmente la continuidad de México en el proceso de democratización que estaba vigente hasta la llegada del priista Enrique Peña Nieto al poder, cuando se vivio el sexenio más corrupto de la historia, llegando a trastocar las esctructuras de gobiernos estatales generadas en ese sexenio.

Xóchitl deberá dejar clara su propuesta de que el nuevo gobierno que ella encabece, en caso de ganar las elecciones, será un gobierno diferente al de Peña Nieto y otros donde la corrupción y el enriquecimiento de funcionarios públicos y políticos profesionales, fue la constante.

De ahí en más Eduardo Verastegui, quien también busca registrarse, como parte de la ola cristina-católica que quiere ofrecer otra opción al electorado, tendrá que remar contra la corriente, pero a la vez capitalizar los posibles errores que cometan las candidatas favoritas, de acuerdo a las mediciones.

Lo mismo ocurre con Samuel García, quien vía medios electrónicos y redes sociales, busca apoderarse del sector jóven de México, pero con el handicap en contra de que su partido, Moviemiento Ciudadano, no ha cuidado las formas y se ha mostrado en algunos temas como comparsa o ayudante del partido gobernante.

Conste que nadie nunca ha dicho que la política y las elecciones sean fáciles, pero hoy en México las cosas están peor, más dificiles que siempre, de cara al proceso histórico de 2024, sobre todo para los atribulados electores, que navegaremos en estos meses, entre mensajes y actos de mercadotecnia que muchas veces incrementan la confusión sobre las propuestas, en lugar de permitir una visualización real de candidatos y candidatas.