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Jueves 5 de agosto de 2010

No basta con decirlo… ¡hay que hacerlo!

Digna de llamar la atención ha sido las declaración que hiciera hace apenas unos días el Gobernador


Digna de llamar la atención ha sido las declaración que hiciera hace apenas unos días el Gobernador

José Reyes Baeza: “La atención a este llamado de estar juntos y unidos al llamado del Presidente Calderón es una prioridad”; también aseguró que “atenderemos en todo momento el llamado a la unidad, al trabajo compartido, a la asignación siempre de tareas y responsabilidades en cada orden de gobierno”. La verdad es que esto sería increíblemente perfecto si lo hubiera dicho hace algunos años; más aún que lo hubiera llevado a cabo desde entonces. La gran incongruencia que sobresale de este llamado del Gobernador, es que le han sobrado palabras y le han faltado las acciones. Y aquí queda plenamente comprobado que la teoría no siempre es sinónimo de la práctica.

Hay que señalar y reconocer que estás declaraciones del Gobernador quizás sean las únicas que ha dicho acertadamente y que demuestran un verdadero interés por los chihuahuenses; el detalle es que las hace a tan solo 2 meses de concluir la peor administración estatal que hemos tenido y cuando el crimen organizado ya se ha metido hasta la cocina.

Este mensaje de “unión” del Gobernador, debió haberlo dicho hace años; pero sobre todo, haberlo puesto en práctica desde aquellos años en los que ya se adivinaba lo que sucedería de seguir cruzado de brazos ante una violencia que crecía día con día. Y es que parece ser que se le olvido que los hechos dicen más que las palabras; que no es necesario esperar a que alguien le haga el llamado para cumplir con sus responsabilidades, porque su obligación como mandatario es velar por el bienestar de sus gobernados sin que alguien tenga que decirle que lo haga.

Con estas declaraciones; quizá algunos queden convencidos de que Reyes Baeza en verdad tiene la voluntad de hacer bien su trabajo; el problema es que esto sucede en el ocaso de su mandato; y la realidad es que solo está tratando de enmendar en 2 meses los errores que durante 6 años se vinieron cometiendo en contra de los chihuahuenses y que han provocado un caos total del cual definitivamente solo vamos a salir a través de la unión; sin embargo, más que discursos ha hecho falta la voluntad para llevarlo a la práctica.

Sin duda alguna muchos chihuahuenses –sin que nadie les haya hecho el llamado— se han unido para tratar de rescatar lo poco que queda de Chihuahua, aún y cuando el gobierno del estado se ha empeñado durante muchos años en hacer ver al gobierno federal como el único culpable de lo que sucede en nuestra tierra y olvidando que los responsables de las entidades federativas son los Gobernadores; y que de acuerdo a la propia constitución, las entidades federativas son libres y soberanas – en lo que concierne a su régimen interior—. ¿o es que acaso la libertad y la soberanía solo se aplica en ciertas circunstancias o a conveniencia de los Gobernadores?

Ojalá y por lo menos en estos dos meses el Gobernador recuerde aquellas palabras que en 2004 pronunció durante su toma de protesta: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Particular del Estado y las leyes que de ellas emanen, y desempeñar leal y patrióticamente, mirando en todo por el bien y prosperidad de la República y del Estado, el cargo de Gobernador que el pueblo me ha conferido".

Los chihuahuenses seguiremos haciendo lo que esté en nuestras manos por recuperar nuestra tierra; pero también seguiremos en espera de que las palabras de nuestra “autoridad” estatal se conviertan en actos para que en realidad se demuestre con hechos que el gobierno del estado tiene la intención de hacer algo para comenzar con la disminución de esta ola de violencia que no es otra cosa más que el resultado de años de falta de interés y descoordinación que finalmente han llevado a la comunidad chihuahuense a la auto imposición de un toque de queda y a la creación de sus propios protocolos de seguridad personal o grupal.

Finalizo en esta ocasión con una frase del psicólogo francés Gustavo Le Bon: “Las voluntades débiles se traducen en discursos; las fuertes, en actos.”

Aída María Holguín Baeza

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