Jueves 6 de noviembre de 2008
Ocaso de un gobernante
El enojo de Reyes Baeza demuestra que no está dispuesto a rendir cuentas, ni a los diputados ni a los chihuahuenses
Penoso espectáculo brindaron los diputados locales y el gobernador del estado; mientras los legisladores se daban con todo en la tribuna del Congreso y se rasgaban las vestiduras, unos defendiendo a ultranza al titular del ejecutivo estatal como serviles siervos, los otros sacaban del baúl las declaraciones pirotécnicas, esas que ya no asustan ni a un menor de edad, Baeza Terrazas despotricaba contra la oposición.
Nuevamente, el mandatario transparente, Pepe Reyes, arremete contra los diputados locales del PAN a los que acusa de politizar el asunto de la inseguridad pública, que ubica a Chihuahua en el deshonroso primer lugar nacional; esta reacción del gobernador, que ya raya en la costumbre, tiene su origen en la petición que desde hace tiempo vienen haciendo los legisladores del blanquiazul para que comparezca la Procuradora Patricia González y el secretario de seguridad pública estatal, Javier Torres Cardona, ambos obligados por la Ley Orgánica del Poder Legislativo a comparecer ante el Pleno del Congreso.
El enojo de Reyes Baeza, al que ya muchos equiparan peor de intolerantee que su antecesor, demuestra que no está dispuesto, como nunca lo ha estado, a rendirle cuentas claras ni a los diputados, mucho menos a los chihuahuenses, ya sea en materia de gasto e inversión pública, o bien, para dar la cara ante la severa crisis de inseguridad en la que ha sumergido al estado. La ineptitud también es corrupción leí el día de hoy en una de tantas columnas que circulan por Internet.
Creo que el estrés en el que está atrapado el primer ciudadano del estado le impide gobernar con objetividad y sin tintes partidistas, ya que a bote pronto y sin invocar razones o prudencia alguna, se deja ir con todo en contra de lo que los diputados de oposición declaren; peor aún, dentro de la ira que lo caracteriza cuando se le cuestiona sobre inseguridad, feminicidio o cualquier otro problema en el estado, despotrica, a sabiendas de que algunas cajas de resonancias mediáticas harán eco de sus reacciones como si éstas llevaran el fuego exclusivo de la verdad.
Lo más grave, y es cuestión de analizarlo a fondo, es que el gobernador siendo abogado de profesión, desconozca las competencias y atribuciones de los tres poderes y de los ordenes de gobierno; si bien es cierto fue diputado federal plurinominal por escaso 3 meses, la legislación y la interpretación de la Ley no es su fuerte, por lo mismo, debería apoyarse en sus legisladores locales o en el presidente estatal del PRI que son licenciados en derecho, pero resulta que el pastor de la bancada priísta y el dirigente estatal de ese partido, también tropiezan con la misma piedra de la ignorancia. Lo explico: Reyes le revira a los diputados el porque no piden la comparecencia de Lázaro Gaytán y del delegado de la PGR en Chihuahua; Lic. Baeza, Lic. Rodríguez y Lic. Quezada, el director de seguirdad pública solo comparece ante el cabildo (remember art 115 constitucional) y puede acudir al Congreso del estado por invitación de los legisladores, y el delegado de la PGR rinde informe a su patrón que es el Procurador General de la República y éste a su vez, rinde cuentas el titular del ejecutivo federal, y en su defecto, ante los diputados federales.
Existe pués, preocupación entre la población ante los constantes arrebatos de coraje de Reyes Baeza, que dicho sea de paso, en lo que va de su administración ha pedido la renuncia de 6 delegados federales, el retiro del ejército, de los AFIs, etc. pero jamás ha considerado pedir la opinión a los presidentes municipales sobre la designación que hace de los recaudadores de rentas, pero bueno, eso es harina de otro costal; la verdad es que el gobernador se enojó porque los diputados del PAN están a muele y muele para que la Procuradora y el secretario de seguridad pública comparezcan ante el Pleno del Congreso, como si dicha comparecencia resolviera la escalada de violencia, como si las renuncias de estos funcionarios detuvieran las ejecuciones.
Sr. Gobernador, señoras y señores legisladores, por favor, aprovechen estas comparecencias para conocer las deficiencias y las fallas, pero también para presentar alternativas de solución, aunque lo dudo porque no conozco a ningún legislador experto en materia de seguridad, pero no utilicen la responsabilidad para degradar la nobleza de la función y el servicio público.
