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Martes 22 de noviembre de 2011

Peña Nieto califica de inadmisible el deterioro de México

Enrique Peña Nieto califica de “inadmisible” que México se encuentre a la deriva


Enrique Peña Nieto califica de “inadmisible” que México se encuentre a la deriva

Enrique Peña Nieto califica de “inadmisible” que México se encuentre a la deriva, sumergido en la violencia y el deterioro económico, y advierte: “No acepto que en nuestro país, a pesar de las grandes fortalezas, capaces de sustentar un gran futuro para sus hijos, prive un clima de incertidumbre y de preocupación”.

Afirma que “en estos años”, un Estado disfuncional ha arrastrado a los mexicanos por una pendiente al ser incapaz de crear las condiciones mínimas de seguridad, crecimiento económico, empleo digno, educación y una seguridad social de calidad.

Asegura que “bajo la capa de preocupaciones, temores y tristezas que se le ha impuesto a México” en la última década, prevalece en el país una voluntad y un impulso de transformación. “Nuestra generación tiene como reto acabar con el miedo y renovar la esperanza”.

En su libro México, la gran esperanza. Un Estado Eficaz para una democracia de resultados, cuyo adelanto obtuvo un medio nacional, el aspirante presidencial priísta fija su visión de país y tres grandes metas nacionales: que los derechos de todos los mexicanos no sean sólo ideales plasmados en la Constitución, sino que en verdad sean disfrutados en la vida cotidiana. Que el país crezca conforme a su verdadero potencial económico y que México recupere su liderazgo como potencia emergente.

Peña Nieto expone en este libro una batería de propuestas en materia de derechos sociales, seguridad pública, reforma de Petróleos Mexicanos, salud, seguridad social, educación, empleo, crecimiento económico y participación internacional.

No obstante, acepta: “Es evidente que ninguna de estas reformas y políticas públicas se podrán concretar si no tenemos recursos públicos suficientes. Cualquier propuesta, por pequeña o grande que sea, debe contar con el respaldo de la hacienda pública o, de lo contrario, se convierte en demagogia pura. Todos los derechos, tanto individuales como sociales, cuestan dinero”.

Insiste en una reforma fiscal integral y en la transformación de Pemex para que, manteniendo la propiedad estatal de la empresa, se le permita mayor flexibilidad para buscar asociaciones con inversionistas privados, lograr que la hacienda pública sea menos dependiente de ella, invertir parte de la renta petrolera en energías renovables para que sea el petróleo la fuente de financiamiento de la “inevitable transición energética que vivirán México y el mundo”.

Además, apuesta por pasar de una estrategia centrada exclusivamente en el combate al narcotráfico a un proyecto integral de seguridad y justicia enfocado en disminuir la violencia y a proteger a los ciudadanos, a fin de reducir de manera significativa los homicidios, los secuestros, las extorsiones y la trata de personas.

Subraya que, pese a la situación actual, “el país cuenta con la fuerza” para alcanzar un nuevo pacto social que construya un “Estado eficaz” que permita a los mexicanos gozar de la libertad para realizar su proyecto de vida sin que la violencia, el origen familiar, regional, de género o étnico sean barreras.

El priísta hace notar que en la última década México ha tenido el crecimiento económico más bajo de los últimos 80 años: 1.7% anual, por debajo del promedio de América Latina, que es de 3.4%, y del desempeño de países como China, India y Perú, con 10.5%, 7.8% y 5.7%.