Ricardo Espinoza la vergüenza del Congreso

No cabe duda de que cuando los hay, los hay.

El flamante diputado del Congreso del Estado, Ricardo Espinosa, ex presidente del mismo Congreso, hizo ayer un verdadero ridículo al pretender golpear al diputado panista Roberto Lara.

Lo anterior después de una discusión sobre las acciones tomadas por Gobierno del Estado, en el caso de la muerte de paisanos en un puente de Ojinaga, debido a la falta de señalamientos.

Con excepción de La Carabina, nadie va a señalar el hecho como tal, pero en realidad Ricardo Espinosa se paso de lanza, dejo ver su mecha corta y además estuvo a punto de lesionar a su compañero.

Tras los comentarios críticos realizados por el PAN, Espinoza se enojo y literalmente se dejo ir a la yugular de Roberto Lara.

El hecho de por si es inadmisible en estos tiempos.

Inadmisible porque se trata de detener la violencia y este iracundo sujeto, lejos de demostrar sus tablas políticas se acorriento y le entró a los golpes de manera sucia y ruin.

Ricardo Espinoza falto al respeto a todos los chihuahuenses, a los que se supone debe representar, a quienes esperan en él solución a los problemas, no que genere más problemas.

El hecho es inadmisible porque si en las calles los chihuahuenses no estamos seguros, pues ahora ni en el Congreso, ya que Ricardo Espinosa se puede encabritar y darnos de fregadazos si algo no le gusta.

Más allá de eso, ayer la bancanda del PRI mostro una vez más su torpeza y su falta de liderazgo y madurez.

Porqué nadie recriminó a este diputadillo de quinta por su corrientada, al contrario señalaron que Roberto Lara lo había provocado.

O sea que Roberto fue el causante de que Ricardo Espinoza llegará a tomarle del cuello para tratar de matarlo en su curul...

En fin, ahora así son las cosas en Chihuahua, la violencia ha llegado hasta el Congreso y tal vez sea necesario que el Ejército vigile las curules, ya que es el único cuerpo que realmente esta trabajando para detener esta ola que ahoga a la sociedad.

Resumiendo el cometario, verdaderamente que corriente.

Y ya que estamos en el tema de Ojinaga, simplemente es evidente que nadie ha hecho nada para resolver el caso.

Murieron siete paisanos debido a que al encargado de la obra se le olvido poner el señalamiento de peligro y nadie ha hecho nada, simplemente nada.

Gobierno acusa a Municipio, los diputados del PRI defienden al Gobierno, el PAN ataca al Gobierno, pero en los hechos no ha sucedido nada.

Aunque nos caiga gordo pero en otros países ya tuvieran al encargado de la obra en el botellón, pagando las consecuencias de su negligencia.

Desgraciadamente las cosas ocurrieron en Chihuahua, en este lugar donde la muerte ronda diariamente las calles y colonias de la ciudad, sin que nadie la pueda detener.