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Jueves 14 de julio de 2016

Sección 8va. arde ante sucesión; Enrique Seañez, dormido en sus laureles

Tanto en la UACH como en la Sección 8va. se piden procesos abiertos para la elección de las dirigencias y se rechaza la imposición de los grupos de poder


Tanto en la UACH como en la Sección 8va. se piden procesos abiertos para la elección de las dirigencias y se rechaza la imposición de los grupos de poder

Hoy como nunca, la sucesión en la dirigencia seccional del magisterio federalizado será complicada.

Así lo hace prever la rebelión desatada en los días previos al Congreso Seccional Extraordinario de hoy jueves y de mañana viernes en la sede sindical de la Sección Octava, donde la actual dirigencia, encabezada por Alejandro Villarreal, la tendrá difícil.

Más difícil, por mucho, que cualquier relevo anterior en el magisterio, porque para vencer a la resistencia que como nunca surgió en todos los niveles de educación, Villarreal Aldaz y los dirigentes del SNTE, tendrán que redoblar esfuerzos para negociar posiciones.

O en su caso, si la rebelión del profesorado los rebasa, -muchos maestros inspirados por el triunfo de Javier Corral a la gubernatura del estado-, ceder o resignarse a perder la elección del nuevo Comité Directivo Seccional que debe tomar protesta, más tardar, el viernes por la noche.

En espera de que los delegados por designación al Congreso Seccional acaten o rechacen el “lineazo” que significa imponer o heredar por “dedazo” al equipo sucesor en la Sección Octava, hay un reclamo de justicia hacia el Comité Ejecutivo Seccional saliente, que de acuerdo a miles de maestros, estuvo ausente de los problemas y demandas sindicales.

Durante la gestión de Alejandro Villarreal hubo maestros que fueron desaparecidos y asesinados: Misael Trueba Urbina, asesinado arteramentre en la carretera Parral-El vergel. Juan Leonel González Herrera, desaparecido, de quien cobraron su plaza administrativa durante tres años, sin trabajarla. Este caso incluye la desaparición del padre, del hijo y del suegro de éste. Hasta la fecha no han aparecido. Se presume fueron asesinados.

El crímen del profe Mario Garcia, “El Pícaro” y de su esposa. Ambos Rarámuris. El asesinato de Edmérito Ordóñez zubía, exjefe de servicios regionales en Creel. (asesinado en Malpaso, entre Cuauhtémoc y San Juanito). Hoy estos maestros están en tumbas olvidadas y reclaman justicia, después de haber sido abandonados por sus dirigentes.

Otro factor en que tienen la mirada puesta los delegados, es en los otros niveles de educación donde también hay decenas de maestras y maestros asesinados, y la dirigencia sindical se hizo de la vista gorda o por lo menos no hizo nada para intervenir.

Eso podría costar caro a los dirigentes que aspiran a seguir controlando al magisterio federalizado; Además de los presumibles malos manejos que han hecho de los recursos y propiedades del magisterio.

Donde tampoco cantan mal las rancheras es en la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde el desprestigio galopante para sus directivos y la propia institución sigue como polvareda, sin que hasta ahora haya quien explique lo que ha ocurrido, ni siquiera el Rector Enrique Seañez ha tenido a bien sacar el pecho por la máxima casa de estudios.

Más allá de la sucesión por la Rectoria, donde es evidente que están muy lejos de los acuerdos, las graves acusaciones sobre el manejo de los dos mil 400 millones anuales de presupuesto que tiene la UACH, se han convertido en sopa de todos los días y nadie responde.

Lo más grave es que se están echando la pelotita unos a otros, pero nadie se atreve a decir que no es cierto, llevándose entre las patas a la universidad, hoy también traicionada por muchos actores que resultaron beneficiados de las canonjías que hoy señalan.

En este caso no debemos olvidar que La Universidad Autónoma de Chihuahua es una institución que ha formado parte del desarrollo del estado y su desprestigio es el desprestigio de todos, aunque si los señalamientos son verdad pues estamos en la calle.

Lo malo del asunto es que no hay quien la defienda, por lo tanto y si es así en definitiva habrá que modificar todo su esquema de trabajo, desde la elección del propio Rector, para evitar que siga la misma inercia de corrupción que va carcomiendo a la noble institución. O no?

Por lo pronto crece más fuerte la opinión de que la elección debe ser mediante un proceso abierto, a toda la universidad, donde sean votados los candidatos que cumplan determinados requisitos, pero participando todos los alumnos, maestros y trabajadores administrativos, dejando a un lado el grupismo que generan los consejos, ya que este esquema es parte de lo que ha dañado la estructura.