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Martes 19 de octubre de 2010

Titeres

Legisladores del PRI no han abandonado su costumbre de ser solo mandaderos de los gobernadores


Legisladores del PRI no han abandonado su costumbre de ser solo mandaderos de los gobernadores

En el pasado reciente, cuando la hegemonía autoritaria del gobierno autollamado heredero de la Revolución, estaba en su apogeo, diputados federales y locales y senadores de la familia revolucionaria fueron integrantes de un poder legislativo que en teoría era uno de los tres poderes independientes que conformaban el gobierno, pero que en la práctica eran simples servidores de las órdenes del Presidente de la República. Hoy, a pesar de la campaña que dice que tenemos un nuevo PRI para el siglo 21, vemos que este partido político no ha cambiado nada, a pesar de sus diez años como oposición a nivel nacional. Sus usos y costumbres, sus prácticas antidemocráticas en sus procesos internos para elegir dirigentes o candidatos, son las mismas que las vividas en los 71 años de presidencialismo autoritario ya por todos conocidas. Su tradicional disciplina abyecta sigue intacta.

En la campaña de 2009, los candidatos del PRI a diputados federales comprometieron su palabra ante los electores para que no hubiera aumento en el pago de impuestos. Ya como diputados juraron y casi firmaron con sangre su oposición al aumento al IVA del 15 al 16%. Cuando los gobernadores del PRI vieron que el aumento propuesto por el presidente de la República era la única forma por medio de la cual obtendrían mas dinero federal, bastó que ordenaran a los legisladores de su partido votar a favor del aumento en la tasa del IVA del 15 al 16%, y así lo hicieron, para evitar el castigo del poder ejecutivo de sus entidades federativas. El caso es que los diputados y senadores representan los intereses de los gobernadores, no los de los ciudadanos que en el papel así se asienta.

En este 2010, se repite la historia de una mayoría priista en la Cámara de Diputados federal que tiene mas compromiso con los intereses de los gobernadores del PRI que con pueblo, al que ilusionaron hace apenas unas semanas, con bajar del 16 al 15% al IVA. La misma historia, los legisladores encabezado por el coordinador Francisco Rojas Gutiérrez, los senadores bajo el liderazgo del presidenciable Manlio Fabio Beltrones y la propia dirigente nacional Beatriz Paredes, quienes durante más de un mes, informaron, prometieron y hasta amenazaron con enfrentarse con el gobierno del presidente Calderón, por el caso de la famosa reducción del IVA. Hoy, por presiones y órdenes de los gobernadores tricolores, los legisladores dan marcha atrás en el asunto, que en estos días presagiada casi una guerra santa. En definitiva los legisladores del PRI no harán uso de su mayoría para reducir el IVA como lo habían ofrecido.

Todo el año toda la estructura de dirigentes del PRI y sus legisladores federales y estatales le han pedido al presidente de la República que detenga el aumento gradual al precio de la gasolina y diesel. Cada mes, cuando se da este incremento gradual, toda la familia revolucionaria dirigente entona la misma cantaleta. Ellos pueden cancelar los incrementos mensuales a los precios de los combustibles, puesto que tienen la mayoría en la Cámara de Diputados, pero no lo hacen, porque todo el dinero que se recauda es para los gobiernos de los Estados, y el PRI controla la mayoría de la entidades federativas, incluyendo las más pobres, en donde utilizan el dinero para el combate a la pobreza y de pasada para la compra de votos y conciencias que les permiten ganar las elecciones locales de manera arrolladora.

Para finalizar, es claro que los intereses populares no son el tema central del PRI, y solo hacen la finta de que son oposición dura, únicamente en los medios de comunicación, porque para hacer la modificaciones que prometen, tienen las herramientas, pero saben que cada medida populista que proponen, como la pretendida reducción de impuestos, sin hacer una reforma fiscal integral, representa en automático una reducción de dinero federal para los Estados y la clase política priista siempre ha funcionado en base a el derroche de recursos públicos.