México dormido

Lo malo de la mediocridad es que es una enfermedad indolora. Te sitúa en una aparente zona de confort, y te parece que todo esta bien siempre y cuando no hagan olas. El mediocre no tiene sentimiento de equipo o de pertenencia, asi que piensa que lo que le pase a los demás no es su problema. Esta reflexión me viene a la mente tras leer su interesante articulo. Yo creo que efectivamente el tercer sueño del marrano, como menciona, es una metáfora de la evasión de la realidad. Nos encanta el pan y circo, el clásico de clásicos, la novela en turno, los reality shows y los talk shows... caer en ese estado de ensoñacion nos lleva realmente a ser un pueblo mediocre, indolente y conformista... inofensivo, al que solo le interesa el marcador del ultimo partido, y si el actor fulanito ya le tiro los perros a la vedette fulanita...