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Lunes 15 de abril de 2024

Falló Roger como rastreador de drogas; hoy es rescatista


Seúl.- El perro escudriñó con cuidado entre rocas y escombros en el parque nacional de Taiwán, en busca de víctimas atrapadas o sepultadas por los derrumbes que siguieron al terremoto de magnitud 7.4.

Roger, un perro labrador, se detuvo, olfateó y siguió adelante. Pero luego volvió sobre sus pasos y olfateó de nuevo, aparentemente confundido.

Roger estaba adiestrado para buscar sobrevivientes, pero su entrenador, Lee Hsin Hung, sospechó que esta vez había encontrado algo más. Se dirigió hacia donde estaba Roger.

“Al acercarme, vi la pierna del fallecido”, dijo Lee en una entrevista.

El descubrimiento de Roger llevó a los equipos de rescate a recuperar el sábado de entre los escombros el cuerpo de una mujer de 21 años, lo que elevó a 13 el número de víctimas mortales del terremoto más fuerte de los últimos 25 años en Taiwán. Más de mil personas resultaron heridas en la catástrofe (pero las estrictas normas de construcción y la preparación de la población pueden haber contribuido a evitar una catástrofe aún mayor).

En los días transcurridos desde entonces, Roger, uno de los cuatro perros de búsqueda y rescate desplegados por los bomberos de Kaohsiung en el Parque Nacional Taroko de Hualien, se ha convertido en una estrella inesperada en las labores de recuperación. Sus juguetonas travesuras, unidas a sus antecedentes como perro detector de drogas, han cautivado los corazones y han ofrecido momentos de ligereza a un país que sigue conmocionado por la catástrofe.

En una rueda de prensa, intentó roer el micrófono de un periodista. En otra, mientras Lee elogiaba su valentía, rompió un peluche y esparció el relleno por el suelo.

Roger fue adiestrado para olfatear drogas para las oficinas de aduana, pero fracasó en el programa por ser “demasiado amistoso y bullicioso”, dijo Lee. Cuando Roger cumplió un año, Lee lo eligió entre numerosos cachorros que no ingresaron al programa para formar parte del equipo de respuesta a emergencias de Kaohsiung. Su comportamiento, que había puesto fin a su carrera de rastreador de drogas, hizo que Lee pensara que Roger podría ser un excelente perro de búsqueda y rescate.

“Era muy ágil, sus movimientos eran muy audaces y no se dejaba cercar por nada”, dijo Lee. “Creía que podía superar cualquier dificultad”, añadió, y no se amilanaba ante las alturas o los lugares desconocidos.

Desde su ascenso al estrellato, los medios taiwaneses han apodado a Roger “pequeño héroe” y ha aparecido en programas de entrevistas para mostrar sus habilidades.

Lo más probable es que la fama de Roger sea efímera. Se jubilará en la segunda mitad de este año, cuando cumpla 9 años, según Lee, de acuerdo con la política del Cuerpo de Bomberos de Kaohsiung.

“Al fin y al cabo, ya es mayor”, dijo Lee a la prensa local. “Al volver de la misión de búsqueda y rescate, cuando saltó al coche, estaba un poco inestable y tuve que ayudarlo”.