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Martes 14 de septiembre de 2010

Dejen a mi familia: "El Grande"

“No voy a oponer resistencia. Me voy a entregar, pero dejen a mi familia en paz”, pidió Sergio Villarreal


“No voy a oponer resistencia. Me voy a entregar, pero dejen a mi familia en paz”, pidió Sergio Villarreal

“No voy a oponer resistencia. Me voy a entregar, pero dejen a mi familia en paz”, pidió Sergio Villarreal Barragán, El Grande, a los infantes de la Secretaría de Marina (Semar) que el domingo irrumpieron en su casa de la calle Mercaderes, en el fraccionamiento Puerta de Hierro, en Puebla.

El presunto narcotraficante, alertado por el movimiento de las tropas, esperaba a los marinos en el comedor de la casa, acompañado por su principal lugarteniente, Jesús Enrique Jurado Torres y de Ramiro Cisneros Aguirre, otro integrante del clan.

En una recámara se habían refugiado su esposa, sus dos hijos, de siete y nueve años, y la niñera de éstos. Ellos fueron la razón por la que Villarreal Barragán se entregó sin disparar, de acuerdo con fuentes de la Semar.

“Sabía que tomar un arma implicaba un riesgo serio de muerte para ellos, por eso decidieron no oponer resistencia ni él ni sus acompañantes”, dijo uno.

El Grande y sus presuntos cómplices fueron presentados ayer en las instalaciones del Centro Superior de Estudios Navales de la Marina, donde el contralmirante José Luis Vergara Ibarra, jefe de la Unidad de Comunicación Social de la dependencia, dijo que tras las muertes de Arturo Beltrán Leyva e Ignacio Nacho Coronel, los delincuentes tomaron conciencia de que también podrían morir si se enfrentan con las fuerzas federales.

“Yo creo que es una actitud sensata por parte de ellos no oponer resistencia. Tenemos ya el caso de Arturo Beltrán, de Nacho Coronel y creo que después de este último se creó un parteaguas. Creo que la delincuencia está bien cierta de que el gobierno federal tiene la superioridad para asegurarlos”, manifestó el funcionario.

Explicó que la detención de Villarreal Barragán fue resultado de un trabajo de inteligencia de 10 meses, en el que se obtuvo información de distintas fuentes, que no incluyeron a Édgar Valdez Villarreal La Barbie.

De acuerdo con Vergara, el cártel de los Beltrán Leyva era una de las organizaciones con mayor presencia y fortaleza en el país, al extender su área de influencia.