Miércoles 1ro de septiembre de 2010
La Barbie se ríe mientras es presentado en el centro de mando de la Policía Federal de la Ciudad de México
La Barbie se ríe mientras es presentado en el centro de mando de la Policía Federal de la Ciudad de México
Al narcotraficante Edgar Villareal Valdez, apodado La Barbie, detenido ayer y considerado uno de los más sanguinarios de México, no le gustaba recibir órdenes de nadie y por eso eludía aliarse con otros carteles, según revela él mismo en un vídeo distribuido por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Las imágenes pertenecen al interrogatorio hecho al narcotraficante tras su arresto. "Siempre he trabajado solo", dice en el vídeo, para añadir: "No recibes ordenes de nadie".
Valdez Villareal, de 37 años y de nacionalidad estadounidense -su apodo proviene de sus ojos, tez y cabello claros, semejantes a Ken, el novio de la muñeca- fue jefe de seguridad del capo Arturo Beltrán Leyva, fallecido líder del cartel que llevaba sus apellidos. Tras la muerte de éste, se independizó y protagonizó una violenta lucha por el control de parte del territorio que pertenecía a los Beltrán Leyva. Su nueva organización alcanzó a controlar el sureño estado de Guerrero -tras decenas de muertes- y tenía presencia en los de Morelos, Estado de México, Nuevo León, Tamaulipas, Quintana Roo y el Distrito Federal. Las alianzas entre carteles son comunes en México, donde unos y otros se ayudan o se atacan por el control del territorio, en un panorama de amistades y odios siempre que fluctúa de un lado a otro.
"No se escondía, se mimetizaba"
El vídeo distribuido es corto, de unos dos minutos, y en él se ve al narcotraficante esposado y con una camiseta de polo verde, relatar sus contactos con varios altos capos del narcotráfico mexicano. Los fragmentos parecen formar parte de un relato sobre su carrera criminal. En ellos menciona su encuentro con Osiel Cárdenas, ex líder del cartel del Golfo, ahora encarcelado en Estados Unidos. También habla de que conoció -como detalla su perfil policial- a los líderes del cartel de Sinaloa, considerado el más poderoso de México: Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada y Juan José Esparragoza El Azul. Según la información de que disponen las autoridades, Valdez Villareal se inició en la vida delictiva en Estados Unidos, donde fue detenido con 19 años.
Después, en la capital mexicana, conoció a Arturo Beltrán Leyva, entonces parte del cartel de Sinaloa, y sus líderes le encomiendan pelear la importante plaza fronteriza de Nuevo Laredo. "Al Chapo lo conocí en una junta", declara en el vídeo. Tras la ruptura de los Beltrán Leyva y Sinaloa, se queda con los primeros. A la muerte de su jefe en diciembre de 2009, se establece por su cuenta y combate a sangre y fuego a sus antiguos compañeros. La Policía Federal le adjudica el trasiego de una tonelada de cocaína al mes -Al año, los narcotraficantes mexicanos introducen en EE UU unas 140 toneladas de cocaína, según Naciones Unidas.-. Otro de las menciones es para Gerardo Alvarez Vázquez, El Indio, uno de sus lugartenientes, detenido en abril. "Era mi compadre", revela. En el interrogatorio, el narcotraficante está esposado y habla con serenidad, pero se muestra incómodo por un picor.
Además del vídeo, las autoridades mexicanas han presentado públicamente al narcotraficante, que no paraba de reírse, en el Centro de Mando de la Secretaría de Seguridad Pública, donde también ha podido verse a seis presuntos cómplices. Facundo Rosas, comisionado general de la Policía Federal, ha identificado a los otros detenidos como Maricela Reyes Lozada, Juan Antonio López Reyes, Maritzel López Reyes, Mauricio López Reyes y Arturo Iván Arroyo, originarios de la capital, y Jorge Valentín Landa Coronado, de Laredo, Tejas. De Valdez ya se sabe que cada mes traficaba con cerca de una tonelada de cocaína. Además se le atribuyen decenas de asesinatos. La Procuraduría General de la República determinará si es juzgado en México o si se le entrega a las autoridades de EE UU para que haga frente a los cargos de los que se le acusa.
La Barbie fue detenido en un paraje cercano al parque natural de La Marquesa, contiguo al Distrito Federal, tras una larga operación de inteligencia que se prolongó 14 meses. Tenía una gran capacidad de mimetismo, lo que dificultó su arresto, y se caracterizaba por imprimir a su organización criminal un nivel de violencia mayor al habitual, según ha destacado un responsable policial. "No se escondía, se mimetizaba, y por eso fue más difícil encontrarlo" ha explicado el comisionado general de la Policía Federal, Facundo Rosas. Tras la detención de Edgar Valdez, Rosas prevé que haya "un reacomodo" de los sicarios que estaban a sus órdenes e incluso una reacción violenta a corto plazo, "aunque a la larga va a disminuir la violencia en la zona". Además, el responsable policial considera "probable" que otros grupos armados como Los Zetas "pretendan entrar" en las zonas sur y centro del país para intentar ocupar los territorios y rutas que controlaba el narcotaficante estadounidense.