Viernes 11 de diciembre de 2009
La delegación del IMSS de Chihuahua advierte sobre similitudes entre los diferentes tipos de influenza.
La delegación del IMSS de Chihuahua advierte sobre similitudes entre los diferentes tipos de influenza.
Los Servicios Médicos en la Delegación Chihuahua del Instituto Mexicano del Seguro Social explica que el virus de influenza tipo A, subtipo H1N1, que contiene componentes genéticos provenientes de virus humanos, aves y cerdos; el cual es potencialmente mortal, trajo como consecuencia una serie de medidas que afectaron socialmente como económicamente al país.
Para comprender esta enfermedad hay que empezar explicando cuales son las similitudes y diferencias de esta misma y que no todos los tipos de virus de influenza son los mismos.
El virus de influenza A (H1N1), surgido en 2009, se detectÓ en Estados Unidos en abril de este mismo año, después en nuestro país. Desde entonces se ha se ha diseminado de persona en persona por el mundo.
Para el 11 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que la enfermedad se había extendido tanto, que ya se trataba de una pandemia.
Los síntomas de este virus son fiebre, tos, malestar de garganta, mocos más o menos líquidos, cuerpo cortado (dolor muscular intenso), dolor de cabeza, dificultad para respirar, escalofríos y fatiga. A veces puede presentarse vómito y diarrea. Algunas personas pueden presentar todos los síntomas pero no presentar fiebre. Casos muy severos o mal cuidados pueden causar enfermedades respiratorias que lleven a la muerte.
La forma de contagio es la misma en el caso de la influenza estacional como en la pandémica; los virus de ambas se diseminan principalmente de una persona a otra a través de la tos o los estornudos de alguien infectado. La manera más eficiente es por medio de objetos contaminados por el enfermo, generalmente tocados después de estornudar o toser, donde el virus puede permanecer por varios días, hasta entrar en contacto con una persona sana.
La mayoría de los adultos sanos pueden contagiar a otros desde un día antes de presentar los primeros síntomas y entre cinco y siete días después de haberse enfermado. Con esto quiere decir que es posible contagiar a otros aun antes de saber que se ha contraído el virus, lo mismo que mientras se padece la influenza
Salud Pública comenta que aunque no existe un grupo especifico más susceptible que otro de padecer esta enfermedad, el mayor número de casos graves se ha dado en adultos sanos de entre 20 y 59 años.
Son esenciales las medidas de higiene elementales pero bien practicadas: el lavado de manos frecuente, evitar toser y estornudar sin cubrirse la nariz y boca con un pañuelo y evitar las grandes concentraciones de personas. La mejor manera de prevenir la influenza estacional es mediante la vacunación anual con el tipo de vacuna que haya sido indicado por ese año.
Mientras que en el caso de la influenza AH1N1; además de las medidas de higiene usuales, es pertinente el uso correcto de cubrebocas si se sospecha que esta enfermo o si se halla en lugares con gran concentración de personas. Los primeros lotes de la vacuna contra este nuevo virus ya han comenzado a distribuirse en nuestro país para el sector salud.
El personal de salud es uno de los grupos de mayor riesgo, y su protección garantiza la disponibilidad de sus servicios, que resultan críticos en caso de epidemia. También las mujeres embarazadas los bebés menores de seis meses y los cuidadores de niños pequeños son grupos de riesgo. Le sigue el que le constituyen los adultos mayores de 20 años con alguna enfermedad subyacente.