Ya basta

Acostumbrados a ver a la figura presidencial como al gran Tlatoani inaccesible y sobrehumano, colocado por encima de las pasiones humanas cual si fuese un semi- dios impasible, a muchos mexicanos, sobre todo a una gran mayoría formada por priistas; y a otros partidos que aunque ahora son renegados, no pueden negar que deben su origen ideológico a ese nefasto partido.

Mucho les ha escandalizado el reclamo cargado de reproche expresado por Presidente Felipe Calderón, quien con un discurso absolutamente realista, ha pintado la situación nacional con palabras breves y concisas despojando su lenguaje de los floreos e hipocresías que son el distintivo de esos que en su momento nada hicieron para enfrentar la problemática que hoy nos aqueja y antes bien, la fomentaron en su provecho.

Estos oportunistas no pueden dejar pasar la ocasión que consideran políticamente redituable para criticar y denostar el esfuerzo de esta administración federal que SÍ está empeñada en resolver de raíz el batidero que nos dejaron los priistas. Los verdaderos responsables de todo este enredo apelan a la desmemoria del ciudadano común, sabiendo que está demasiado abrumado por la problemática cotidiana como para distinguir las sutilezas de la política nacional.

Auténticos profesionales de la simulación, estos camaleone
s ideológicos, ahora se dedican a desvirtuar la forma valiente y decidida con las que nuestro gobierno se esfuerza en cumplir con su OBLIGACIÓN CONSTITUCIONAL de combatir el poder de esa delincuencia cuyos Padrinos y Refugio Incondicional suspiran por retomar para continuar usufructuando, idea fija en ellos y en sus clones degenerados los perredistas, si acaso la suerte les favoreciera en las próximas elecciones.

Da pena ajena que mucha de nuestra gente se deje influenciar por la desinformación que estos “polillíticos” esparcen frente a los medios de comunicación cada vez que tienen la oportunidad de hacer su show mediático de enredarse en la bandera nacional y asumir esas ridículas posturas de próceres que les son características dentro de su demagógico proceder.

¡Desgraciados! Si de verdad les interesara tanto el sufrimiento del pueblo, no hubieran permitido que la delincuencia los corrompiera y los convirtiera en servidores de sus sucios negocios, pero no, se dejaron tentar por la codicia del rápido enriquecimiento malamente llamado “inexplicable” porque claro que tiene por explicación la enorme corrupción que les es tan característica, llamársele debiera por sus verdadero nombres, que son “injustificable” e “ilícito”

Esos que ahora claman y se rasgan las vestiduras, hace mucho tiempo olvidaron el honesto significado de ese patriotismo que ahora invocan como si de verdad formara parte de sus valores… todos sabemos que su supuesto amor por la patria y por el pueblo es mas falso que su supuesto origen revolucionario.

En este momento de la película, a muchos de los que los observamos desde la butaca del diario acontecer, ya nos resultan muy sospechosas la actitud y las acciones de todos aquellos, que en lugar de cerrar filas con los que combaten a “los malos”, más bien se dedican a estorbarles a “los buenos” y a crearles otro frente de batalla, para impedirles que lleguen hasta donde está el cuartel de los Capos, ¿será porque como en las películas de acción, cuando por fin cae la cabeza principal quedan al descubierto todas las complicidades y se desenmascara a los traidores?
Después de tanto sufrimiento provocado por la negligencia culpable de quienes lo han traicionado, el pueblo de México ya se merece saber las verdades que durante tanto tiempo se le han ocultado, conocer a ciencia cierta de parte de quien han estado todos esos que PRImero juraron defendernos pero en vez de ello enseguida se convirtieron en cómplices de nuestros agresores.

Es hora de cobrarles la factura a los que se sirvieron hasta el hartazgo del banquete y no estar reclamándole a quien le tocó lavar los platos, YA BASTA de que nos quieran seguir engañando cuando muchos de nosotros hoy adultos, por décadas hemos asistido impotentes a los hechos siendo testigos presenciales de sus PRIbonadas y por lo cual nos consta quien es quien en esta película que ahora nos quieren contar a su conveniencia, hay que contársela bien a los jóvenes porque ellos no conocen esa parte oscura de su propia historia y por ello están siendo el blanco fácil al que ahora dirige el PRI sus acciones proselitistas… tú que conoces las mañas de los unos y la inocente ignorancia de los otros, ¿lo vas a permitir?, ¡Qué poca m..emoria tienes!

Aurelio Antonio Tiscareño