Martes 17 de octubre de 2023
La celebración del Día de Muertos es tradición cultural y religiosa que nace en el México Prehispánico y es retomado por la iglesia en la epoca de la conquista.
La celebración del Día de Muertos es tradición cultural y religiosa que nace en el México Prehispánico y es retomado por la iglesia en la epoca de la conquista.
En la época prehispánica nació el culto a la muerte y se convirtió en un elemento básico de la cultura en el México histórico.
Cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta, con todo lo que eso implica, para guiarlo al ser que partía en su recorrido a un mejor lugar. Le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.
El Día de Muertos en la visión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.
En esta celebración la muerte no representa una ausencia sino a una presencia viva, es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. Por ello, se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular ya que comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales.
Hoy su origen se ubica en la armonía entre la celebración de los rituales religiosos católicos, traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos.
Los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de nuestro país, como los raramuris, pimas, guarijíos y tephuanes en Chihuahua, trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.
La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya que esta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos.
Así, año con año, miles de familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o algún platillo que le gustaba a los familiares fallecidos a quienes va dedicada la ofrenda, como parte del homenaje a ese ser adelantado en el camino de la vida.
En otros casos se coloca incienso para aromatizar la tumba o el altar de muertos, además de adornar las tumbas con flores y hacer altares sobre las lápidas, lo que en apocas indígenas tenía un gran significado porque se pensaba que ayudaba a conducir a las ánimas a transitar por un buen camino tras la muerte, tema coincidente con la doctrina del catolicismo en terminos de que cada alma logre llegear a un mejor lugar tras la muerte terrenal.
En la actualidad y a unos días de que se lleve a cabo esta celebración, las mismas autoridades en cada rincón de México, son las encargadas de instruir las tareas de limpieza en panteones para que demos paso a que la comunidad celebre el tradicional Dia de Muertos, en las mejores condiciones posibles.