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Viernes 30 de julio de 2010

El fin del ’Rey del hielo’

Su carrera delictiva inició al lado de Amado Carrillo El Señor de los Cielos en los años 80


Su carrera delictiva inició al lado de Amado Carrillo El Señor de los Cielos en los años 80

Las coplas de su corrido muestran al narcotraficante capaz de enfrentar al Ejército en la sierra, en sus dominios, de exigir a los militares que salieran de su territorio, pues él era Ignacio Coronel Villareal, con el poder de ser uno de los líderes del cártel de Sinaloa para advertir: “nadie es eterno jamás en la vida, usted lo sabe teniente (…) yo le aconsejo que siga el camino”.

Ayer este hombre considerado por el gobierno de Estados Unidos como uno de los capos más importantes de México, al que identificaban como El Rey del Hielo, y a quien su gente llamaba El Coronel, a diferencia de las estrofas de su canción de Los Buitres de Sinaloa, cayó abatido en Jalisco en un operativo militar.

Hace 56 años nació en Canelas, Durango. “Soy coronel de la sierra, de mi padre lo heredado”, suena el estribillo, sobre los orígenes del hombre que logró consolidar su propia célula dedicada a la producción y comercialización de metanfetaminas en México, EU y Europa, en alianza directa con colombianos.

Aunque creó su propio liderazgo y dirigió sus negocios desde su bastión de poder en Jalisco, en la última década siempre fue el hombre de confianza de Joaquín El Chapo Guzmán, con quien hasta el final se mantuvo en la lucha contra el resto de los cárteles que operan en el país: los hermanos Beltrán Leyva, el grupo de sicario Los Zetas y el Golfo, las organizaciones de los Arellano Félix y de los Carrillo Fuentes.

Su carrera delictiva inició al lado de Amado Carrillo El Señor de los Cielos en los años 80, y era identificado como uno de los operadores del cártel de Juárez, para el trasiego de cocaína hacia EU, pero se manejaba como un agente independiente.

La “fachada” de empresario

“Hombre de negocios” se indica en el perfil de este hombre, en la ficha criminal elaborada en 2006 por la Agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), en la que se ofrecen 5 millones de dólares a quien proporcionara datos que llevaran a su captura.

Su “fachada” de empresario fue la que le valió para trabajar para Miguel Félix Gallardo —otrora jefe del cártel de Sinaloa en la década de los años 90—, como uno de sus operadores financieros en una organización en la que uno de los pistoleros era precisamente El Chapo Guzmán.

El poder creciente de la organización hizo escalar posiciones a Coronel Villareal y a El Chapo Guzmán, quienes forjaron una amistad que en la última década los llevó a alcanzar el liderazgo del cártel, en sociedad con capos como su compadre Ismael El Mayo Zambada. Sus lazos se fortalecieron incluso en el ámbito familiar. En 2007, la sobrina de El Coronel, la joven que fuera reina de belleza de Canelas, Durango, Emma Coronel Aispuro se casó con El Chapo sellando su alianza en el narcotráfico.

Reportes de inteligencia del gobierno estadounidense indican que la visión empresarial de Nacho Coronel le permitieron establecer una de la redes de laboratorios de producción de metanfetaminas más importantes en México para abastecer el mercado de Estados Unidos, hasta expandir sus negocios a naciones europeas, con células que operaban bajo sus órdenes en Jalisco, Colima, Nayarit y Sinaloa.

Desde 2006, la DEA alertó que el capo había alcanzado un poder que le permitiría crear su propia organización, “una de las más poderosas de México”, ya que logró asociarse directamente con los capos colombianos, que le suministraban remesas de cocaína, otra de las vertientes de sus operaciones de trasiego de droga.

Sus principales enemigos

Sus actividades delictivas propiciaron que el 17 de diciembre de 2003 fuera acusado por un jurado del Distrito Oeste de Texas, por los delitos de conspiración para importar sustancias controladas, así como por posesión de droga para su distribución, que lo convirtieron en uno de los capos más buscados en ese país.

Aunque desde 2008 la batalla principal de Nacho Coronel la libró contra el resto de los cárteles, al mantenerse al lado de El Chapo Guzmán. En medio de traiciones, rupturas y disputas por los territorios, los Beltrán Leyva se convirtieron en sus principales enemigos, quienes éste año se asociaron con Los Zetas.

En esta guerra entre organizaciones, en abril pasado, sicarios de Los Zetas asesinaron a su hijo Alejandro Coronel, de 16 años. La respuesta no se hizo esperar y en venganza El Coronel ordenó el secuestro de la esposa de Héctor Beltrán Leyva, El H, a quien liberó con un mensaje de que “para nosotros la familia es sagrada”.

Aunque el Ejército estaba tras de su pista desde hace meses... su corrido resultó cierto, cuando Nacho Coronel —en voz del cantante—, al enfrentar a un militar le decía: “nadie es eterno jamás, usted lo sabe teniente”.