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Miércoles 30 de junio de 2010

Los Intumbables

Recuerden que con Borruel somos Intumbables y no permitiremos que otros voten por nosotros


Recuerden que con Borruel somos Intumbables y no permitiremos que otros voten por nosotros

Elegir un nombre es algo que se tiene que hacer con mucho cuidado, reflexión y responsabilidad. Hay que tener mucho cuidado en como bautizar a una persona, un negocio, una agrupación, una sociedad, una mascota, porque en el nombre, estamos imprimiendo nuestro deseo de lo que puede realizar aquello que bautizamos y con el paso del tiempo, el nombre se apodera del objeto, consumándose la acción que denota, extendiéndose a los demás.

El camión de campaña del candidato Carlos Borruel, a quien bautizaron como “El Intumbable”, demostró ser capaz de llevar con dignidad su nombre, saliendo airoso de diferentes afrentas. Luego, los “paparazzis”descubrieron públicamente una novia de dicho transporte, que fue la camioneta de avanzada en los recorridos por todas las regiones de Chihuahua, a quien su corta talla, no le impidió cumplir con el nombre, también de intumbable.

Posteriormente, la fuerza con la que luchó el candidato, en jornadas de sol a sol, con muchos “dimes” y pocos “diretes”, resistiendo, renovándose, robusteciéndose, lo hicieron intumbable a él.

Lety, al respaldarlo, quien usó con maestría el micrófono, convenciendo por su lado hasta a las personas menos influenciables, jugando simultáneamente los papeles de esposa, madre, abuela, ama de casa, estudiante, estratega, amiga, dirigente, promotora del voto, estudiante de una licenciatura, etcétera y más etcétera, se hizo también intumbable.

Luego, con las envidias que esto propició, con tal de no dar crédito a los avances de la pareja, se atacó, tratando de desmentir su capacidad, que sólo era posible a través de un súper equipo de especialistas, al estilo del primer mundo detrás del candidato, porque no se podía dar crédito a tanto abarcamiento, información oportuna, capacidad de respuesta y de presencia, etc. Y los dos que tres chícharos encargados de asistir al candidato en su campaña, se hicieron intumbables.

La gente “ni en cuenta”, cada uno “en su rollo”. Unos trabajando, otros en la absoluta “desempleadez”, otros en la amargura de que nada puede cambiar, otros como yo en la inopia y utopía límite, con un gran optimismo, único paliativo contra la locura ya en ciernes, por no encontrarle la orilla al ovillo, con nada más allá de la buena fe y la esperanza.

En fin… De una u otra forma, los intumbables de renglones anteriores, fueron contagiando, muy sigilosos, muy despacito, pero cuando nos dimos cuenta, se fue extendiendo la “Intumbablez” y amanecimos un martes de junio, sintiéndonos los “papas fritas” y los precursores de remedios, los redentores, los muy caudillos, en síntesis los ¡Muy, muy!... “Intumbables”.

Es que para convertirse en algo basta con pensarlo. Así que les vamos a piratear el nombrecito a los panistas, esperemos que no nos vayan a demandar con el TRIFE, ¡Qué tiene! De todas formas, ¡pa’ lo que sirve! y os propongo hoy que seamos intumbables todos los chihuahuenses. En fin que no tenemos mucho que perder, pues lo más perdible, ya se perdió, que era el respeto a la integridad de las personas. Lo manejo así porque ya no quiero hablar de violencia, a ver si ignorando su nombre, la ahuyentamos.

Y por otra parte, ¡ya lo éramos! Pues vivir unos sin oportunidades y otros viendo como les arrebatan, una partida de descarados, por la fuerza lo logrado a través de toda una vida de sacrificios, de jornadas como de candidato panista de sol a sol, para levantarse mil veces y seguir luchando con más ahínco. ¿Cómo se podría llamar a todos los chihuahuenses? Ni más ni menos que “Intumbables”, no me quiten el entrecomillado, subrayado y con negritas, para que no nos resulte como las letritas chiquitas de todos los contratos leoninos, que ni nos damos cuenta, hasta que llegan los ramalazos. Si tenemos que darnos cuenta de que existe el nombre y que lo hemos estado portando.

Intumbable es equivalente a inderribable, indestructible, indañable, de las cuales sólo indestructible existe en el diccionario… Pero se entiende perfectamente la intención, si se hubiese puesto fuerte, resistente, etc. no hubiera significado lo mismo que intumbable, porque al elegir el nombre ya se estaba previendo que sería sujeto de muchos golpes fuertes para ser tumbado, y que se requeriría de ser así para poder llegar. Entonces, en eso ya se encontraba una buena parte de prevención también.

Se rumorea que fue Carlos Borruel quien bautizó así al camión, por lo que siendo Licenciado en Letras Españolas, con título, debe haber calculado bastante bien, a lo que se atenía en ésta contienda. Lo que quiere decir que programó psicológicamente al camión para lo que viviría y el vehículo cumplió su cometido.

Los de Chihuahua, somos intumbables, porque en nuestra tierra rejega (que tampoco aparece en el diccionario) no es tan fácil vivir con oportunidades, ni sin oportunidades, con estas arideces y esquivando a diario tanto pistolero, al estilo de las novelitas de vaqueros de los señores de antes, más las deslealtades de los que nos han gobernado.

Por eso digo, ¡qué atinada fue la elección del nombre!, aunque no existe en el diccionario de la R.A.E., ya ven como causa estragos la falta de meticulosidades con fechas, cantidades y nombres, característicos de los panistas. Pues los ajenos, no se explican como es posible que sin la retórica y solemnidad a que nos tenían acostumbrados, los políticos previos a esta era, puedan causar tanta aceptación de la comunidad.

Es que a los que formamos parte de esa comunidad, nos gusta mucho, que sea posible que los políticos sean como cualquier hijo de vecina más, naturales, espontáneos, pero eso si, muy efectivos y multifuncionales. En casa que nos hablen como les de la gana, pero que nos administren como financieros de “Wall Street” y que nos representen fuera de casa, como los más formales. Tal y como somos todos en la actualidad, que nos “la rifamos” para ser los directores, gerentes, vendedores, cobradores, secres y “talacheros” de nuestros mini changarritos desde casa, según se ofrezca.

Moraleja: ¡Cuidado con los nombres! Díganme plis, ¿qué les hace pensar “El Tumbaburros”? ¿Fue acertado ese nombre? Yo pienso que si tumbó a bastantes.

NOTA: No crean si les llega información negativa acerca del candidato panista o de su familia, ni en periódico, ni en folleto, ni en panfletos, es LA GUERRA SUCIA, utilizada como último recurso de un agonizante PRI, incapaz de aceptar su falta de coordinación, organización, trabajo, propuesta y sobre todo de la falta de candidatos confiables, pensando que aparte de “muertos de hambre” somos tontos y les creeremos. Llama al PAN para que actúen contra quien realice esta practica cobarde y anónima.

Recuerden que con Borruel somos Intumbables y no permitiremos que otros voten por nosotros. Que no te confundan con versiones, caricaturas o fotografías tan absurdas y ofensivas para cualquiera, con el fin de imponernos a Duarte, al que no deseamos y que no sabrá escuchar nuestras demandas y necesidades, como ya nos lo demostró durante toda su campaña.

Sara O Durán