¡¡¡OLE!!!

Tan lacónico y avaro título, corresponde por supuesto a la máxima exclamación proferida por los amantes de la tauromaquia (tauromaquia, arte del toreo, no es ninguna dama de moral relajada), comúnmente llamada "Fiesta Brava", difiero un poco de esa acepción ya que me parece bastante cobarde que se torture hasta la muerte a una bravía (él, si) y formidable bestia astada.

El espectáculo me parece innoble ya que toda la diversión se basa en una función sangrienta, donde el sufrimiento, martirio y aniquilamiento del animal (toro) son la atracción de espectadores con un grave problema con el manejo de su ira. Valiente desahogo, la sangre y el dolor.

La contienda es muy desigual, el torero vestido de luces (cual china poblana), con su dotación bélica; estoque o espada, banderillas, puntilla (puñal corto). Cuenta además con la complicidad del criador de toros de lidia, el cual lo manda al ruedo debilitado, merced a graves problemas estomacales provocados intencionalmente.

En el primer tercio se le aplican al animal las banderillas con el objeto de desangrar al animal, por si fuera poco vienen luego los impopulares y panzones picadores (perdón, me mordí asazmente el órgano gustativo), armados con puyas (especie de lanza), objetivo; quitarle arrestos al toro, los que montados en aterrorizados caballos hacen su labor de zapa a través de una cruel sangría.

El acto principal consiste en que el "diestro" (¿si es zurdo se le llamará siniestro?) Ejecuta la suerte principal, matar a su casi indefensa víctima, sí lo logra, será ovacionado por un enloquecido público quien habrá desahogado un instinto primitivo, atávico, deleznable y jurídicamente punible, el de matar.

Aquí, necesito hacer un alto en el camino, ya que el artículo no fue concebido originalmente para hablar de las corridas de toros y su parafernalia. Dejemos los párrafos anteriores sólo como una kilométrica introducción.

El tema central es el papel de "torero" que juega el pueblo de México, ante los embates de su poderoso contendiente, el gobierno. Ahora si venga la exclamación ¡¡Ole!!
Primeramente analizamos la ventajosa posición del matador con respecto al toro, ahora tenemos que en un dramático giro del destino "los papeles se invierten" "se cambia el chirrión por el palito" los toreros somos nosotros pero... sin capote, sin espadas, sin daga. Peor aún, las banderillas nos son aplicadas a nosotros y los picadores nos traicionan y van en contra nuestra.

En esta nueva realidad, nosotros (el pueblo) esquivamos cada vez con mayor dificultad las furiosas embestidas de un contrincante que nosotros mismos colocamos en esa posición con nuestro voto, cosas de la democracia, el toro en este caso viene incluso blindado.

Envolvámonos pues en un ambiente taurino:
– Que sube inmisericorde la gasolina mes a mes, ¡¡Ole!!
– Que la gasolina vendida en Juárez es pésima y descompone automóviles, ¡¡Ole!!
– Que ya somos 53.3 millones de pobres en México, ¡¡Ole!!
– Que se pretende regalar PEMEX, ¡¡Ole!!
– Que los precios en general están por las nubes, ¡¡Ole!!
– Que exoneran a Raúl Salinas y le regresan su fortuna, ¡¡Ole!!
– Que tenemos de los salarios más bajos del mundo, ¡¡Ole!!
– Que se cobrará IVA a medicinas y alimentos, ¡¡Ole!!
– Que gobierno del estado va a decomisar masivamente autos, ¡¡Ole!!
– Que la Educación en México es gratuita sólo de nombre, ¡¡Ole!!

Parémosle ahí, ¡dejemos de huir! Más que torear estamos huyendo, están haciendo lo que desean con nosotros, al parecer con nuestro consentimiento y me aterra pensar que con nuestra complacencia, manifestemos un NO rotundo a medidas que nos perjudiquen, sí nuestros Diputados votan por Reformas que nos afecten, ¡retirémosles nuestra representación! Por indignos y "Judas".

Tenemos el ejemplo de otros países, Brasil entre ellos, donde ganan cinco veces más que nosotros y aún así se inconforman y pelean (pacíficamente, válgase el oxímoron) por: más bienestar económico y social, más igualdad, mejores servicios que presta el Estado, mejor seguridad pública, entre otros beneficios.

El país se está desmoronando, ¿no se dan cuenta? ¿De qué estamos hechos los mexicanos? ¿Dónde está la juventud combativa? ¿No se forjan líderes en este país? ¿No queremos a México? Quiero imaginar que la respuesta es SI, de ser así, ¡Defendámoslo!

"Silverio, torero estrella, el principe milagro de la fiesta más bella, Silverio cuando toreas no cambio por un trono mi barrera de sol"
Canción "Silverio Pérez" Autor: Agustín Lara

"¿Qué se necesita para ser torero? Primero, parecerlo"
Entrevista a un matador de toros

"El arte de torear consiste en convertir en 20 minutos a un bello animal en una albóndiga sangrante ante un público alborozado"
Manuel Vicent

Twitter @JoseCruz777