Lunes 1ro de abril de 2024
El uso trivializado del término "bipolar" en el día a día contribuye a la falta de consciencia hacia una enfermedad mental que afecta al 1.6 por ciento de la población en México.
"Desgraciadamente, creo que el significado de la palabra bipolar lo tenemos totalmente distorsionado. Pensamos que es un adjetivo calificativo o un estado de ánimo; decimos: ’El clima está bipolar’, ’César es bipolar’, u ’hoy amaneció bipolar mi novia’", ilustra en entrevista telefónica Maureen Terán, quien vive con Trastorno Bipolar tipo I.
"Desde ahí estamos mal porque no es eso, no es un estado de ánimo. O sea, no somos volubles", continúa la conferencista y escritora. "Realmente no le damos el valor como debe de ser. Me dicen: ’Maureen, eres bipolar’. No, no soy bipolar, tengo Trastorno Bipolar. Sería como decir: ’Soy diabetes, mucho gusto’".
Ahí hay un evidente punto de partida para comenzar a concientizar a la gente, opina Terán (Mexicali, 1980), fundadora y directora de la asociación Es Tiempo de Hablar, que se dedica a sensibilizar a personas e instituciones sobre la salud mental.
En el marco del Día Mundial del Trastorno Bipolar, que se conmemora cada 30 de marzo, Terán lamenta el estigma que aún persiste en torno a esta enfermedad, caracterizada por episodios depresivos alternados con períodos de síntomas maniacos, y que en su propio caso le tomó cerca de siete años y varias recaídas poder aceptarla y comenzar el tratamiento.
"Más que nada, fue por el miedo al rechazo. Al tú decir que tienes trastorno bipolar o que has estado en un hospital psiquiátrico, en automático te ven como un bicho raro. Es como: ’Ay, está loca’. Aparte de que no quería tomar medicamentos tampoco de por vida", comparte la directora de Es Tiempo de Hablar, instancia que cada octubre organiza una carrera en pro de la salud mental.
"A final de cuentas, en la cultura que tenemos nos han enseñado que tener enfermedad mental es un sinónimo de locura, y que somos un peligro para la sociedad. Tú ves las películas de Hollywood, y estar en un hospital psiquiátrico es lo peor que te puede pasar en la vida, con muchísimas supuestamente posibilidades de que te quedes a vivir ahí. Y no es cierto, yo he estado cinco veces hospitalizada, y aquí estoy platicando contigo".
El estigma, prosigue, se encuentra por todos lados: entre familiares, parejas, amigos y hasta con los mismos profesionales que deben brindar apoyo a los pacientes.
Terán recuerda cómo, al detonarse su enfermedad a los 27 años, mientras realizaba una maestría en Inglaterra, llegó la Policía para internarla en un hospital psiquiátrico; "el protocolo es así, te esposan, y yo no estoy de acuerdo porque no eres un delincuente; eres una persona enferma, y si estás haciendo daño es porque no estás totalmente en tus facultades".
Si bien ella en realidad no dañó a nadie, recuerda que sí se tornó agresiva y sobresaltada a causa de un brote psicótico. Se encontraba en un café aprovechando la señal de Internet, y comenzó a reclamarle al mesero por la poca claridad sobre su política de consumo mínimo para permanecer en el sitio.
"Yo me enojé muchísimo porque, pues, quién era él para decirme a mí que yo me tenía que ir, cuando yo soy una sucesora de Dios", relata entre risas Terán, quien en pleno estado de manía tenía la idea de estar en una conexión divina y de que salvaría al mundo.
"¿De qué?, no sé, pero que lo iba a salvar. Tiré la mesa, le dije al mesero que era un mentiroso y que yo lo podía demandar por no decir todos los términos. Invité a toda la gente que estaba ahí a que luchara por sus derechos como consumidores porque lo que él estaba diciendo era mentira".
Aunque ahora considera que quizás había algo de razón en su reclamo, reconoce lo problemático en la manera en cómo lo manifestó; "ahí es cuando digo: el chango lo traía botado, ¿y quién controla a un chango?", enuncia.
Luego de todos estos años viviendo con dicho trastorno, Terán dice haber aprendido el valor de la aceptación hacia uno mismo.
"Cuando tú estás seguro de lo que eres como persona, independientemente de la enfermedad que tengas, la gente poco a poco te empieza a aceptar y a entender, a no juzgar; porque justamente un trastorno mental no te define como persona. Y ya hoy por hoy es raro que la gente se espante si yo digo: ’Tengo Trastorno Bipolar’.
"Eso me he llevado como enseñanza: que cuando tú estás seguro de lo que eres, y te aceptas a ti mismo, no importa la enfermedad que tengas, la gente que quiera estar contigo va a entender que esa (tu personalidad) es tu esencia, no el trastorno", subraya Terán.
De ahí que Es Tiempo de Hablar haga un exhorto a que "#SalgamosDelClosetDeLaSaludMental"; esto es, platicar abiertamente de cómo es vivir con una enfermedad como, en este caso, el Trastorno Bipolar. Un aporte sencillo, pero muy significativo para poder romper tanto estigma aún vigente.
Piden invertir más recursos y afianzar atención
Tener una enfermedad mental en México, admite Maureen Terán, es complicado.
"En México, la salud mental es un privilegio y no un derecho. Falta muchísima inversión y estructura para que mejore esta parte", apunta quien incluso el año pasado padeciera, junto con muchos otros pacientes, el desabasto de medicamentos para el control de problemas neuropsiquiátricos.
Evitar que eso vuelva a suceder, responde Terán, sería una de las peticiones que lanzaría a quienes actualmente se encuentran en campaña buscando el voto de la ciudadanía para convertirse en los próximos tomadores de decisiones.
"Yo lo que haría es invertir más en que haya muchos más psiquiatras y más psicólogos en todo México. Casi no hay psiquiatras, habrá entre 10 mil y 11 mil, más o menos, y están centralizados en Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México; si vives en provincia, es más difícil que tengas una buena atención de salud mental.
"Que haya clínicas y que haya hospitales de alta calidad para atender salud mental; que haya investigaciones, y estadísticas actualizadas sobre cómo se está viviendo la salud mental actualmente", agrega.
Asimismo, que las enfermedades mentales sean consideradas por las aseguradoras; y, en la parte laboral, que no haya discriminación para que cualquier persona con un diagnóstico de este tipo pueda tener un trabajo digno y hacerse responsable de su tratamiento, resalta Terán; "hay muchísimas áreas por trabajar".
Panorama nacional
De acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, en la población mexicana se estiman:
– 7% de personas con depresión
– 1.6% con trastorno bipolar
– 1% con esquizofrenia
– Más del 1% con trastorno obsesivo compulsivo
– 7% con trastorno de angustia y pánico
La Organización Mundial de la Salud reportó que en 2019:
– 40 millones de personas padecían trastorno bipolar
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