Lunes 4 de enero de 2010
Una fuerte división interna se ve venir desde el interior del PRI con motivo de la elección por dedazo
Una fuerte división interna se ve venir desde el interior del PRI con motivo de la elección por dedazo
Una fuerte división interna se ve venir desde el interior del PRI con motivo de la elección por dedazo de su candidato a gobernador. Esta fractura seguramente los conducirá a la derrota electoral en julio de 2010. La madeja de intereses que hoy se mueven dentro de la familia revolucionaria es grande y fuerte. Todos los precandidatos a gobernador y sus grupos de poder están nivelados en cuanto a su alcance y capacidad para destruir al contrario. Como dice la vox populli, en el PRI la cosa está que arde.
Con dos desastrosas administraciones municipales en ciudad Juárez, un exalcalde y otro actual alcalde, Héctor Murguía y José Reyes Ferriz, la frontera tiene dos precandidatos. Héctor Murguía entregó el poder en 2007, con un adeudo de 400 millones de pesos a la iniciativa privada , cantidad que el nuevo alcalde, a principios de 2008 se negaba a reconocer y el ayuntamiento de Juárez tuvo que ser demandado penalmente, para que éste iniciara el pago a cuenta gotas a los proveedores del municipio. Con un parque vehicular chatarra, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal ha prestado un pésimo servicio de combate a la inseguridad durante estos cinco años de gobierno municipal del PRI, en la frontera.
César Duarte Jáquez, el otro precandidato, por cierto con el apoyo de la presidenta del CEN del PRI, Beatriz Paredes, ésta, compañera de gremio, la CNC, de la cual el expresidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, es hoy dirigente estatal de la Liga de Comunidades Agrarias, sector campesino del PRI y uno de los tres sectores clientelares del otrora poderoso partido oficial. Duarte Jáquez se dice, es apoyado fuertemente por los intereses económicos que representa el exgobernador Patricio Martínez.
En estos días se ha hecho pública la nómina de aviadores chihuahuenses que tenía Duarte Jáquez, en el año que se desempeñó como presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y se asegura que se trata de fuego amigo, por lo parejo que está la carrera entre él y el exalcalde de Juárez, el ingeniero Murguía.
Aquí se espera un choque de trenes, porque hay fuertes lazos de unión en los grandes negocios inmobiliarios en la zona de gran futuro y mejor plusvalía conocida como San Jerónimo en el surponiente de Cd. Juárez, en donde el capital priista de Vallina, realizó fuertes inversiones con el apoyo de el exgobernador Patricio Martínez, el actual gobernador Reyes Baeza, el expresidente municipal de Juárez, Héctor Murguía y el expresidente del Congreso del Estado, César Duarte Jáquez.
Todo este tráfico de influencias y la aprobación de las cuentas públicas de Juárez en 2005, 2006,2007 y 2008, han sido posibles, sin el menor peligro para las carreras políticas de los priistas, gracias a que conservan desde 1995 y hasta la fecha, la mayoría en el Congreso del Estado, la cual revisa con lupa los números de las administración municipales de la oposición y en cambio cuando de su establo se trata, simplemente todos los asuntos turbios, son pecata minuta.
Para terminar y describir esta guerra civil que se avecina entre los miembros del PRI en el Estado, con motivo de esta elección interna, el precandidato del gobernador, el exsecretario de Fomento Social, aparece en las encuestas mucho muy abajo, pero tratándose de una elección vertical, es posible que contra toda lógica, el gobernador José Reyes Baeza haga valer su condición de mandamás en el Estado y dentro del PRI y lo declare como el ungido, para que la confusión dentro de los miembros de la familia revolucionaria, sea total y definitiva.
El parto va a ser por césarea, como dice un correo electrónico que ya circula en Chihuahua.
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