Miércoles 26 de agosto de 2009
Durante el 2008 fueron mil 623 las personas asesinadas en esta región
Durante el 2008 fueron mil 623 las personas asesinadas en esta región
Con el asesinato de dos personas, ocurrido la noche del lunes en la unidad habitacional Parques Industriales, el número de homicidios dolosos en Ciudad Juárez y el Valle rebasó los tres mil desde enero del año pasado hasta anoche, se establece a través de un seguimiento periodístico con base en los reportes oficiales de la Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte.
El hecho, indicaron profesionales en el área de Seguridad Pública y representantes sociales, es demoledor y pone en evidencia la ineficacia de las estrategias utilizadas por las autoridades para inhibir la comisión de delitos, entre los que el homicidio es el más grave.
Por lo tanto, coinciden los entrevistados, es necesario que se modifiquen las tácticas para enfrentar la inédita situación.
Las cifras presentadas de forma oficial por las autoridades estatales indican que durante el 2008 fueron mil 623 las personas asesinadas en esta región, mientras que desde enero del 2009 hasta anoche el número llegó a las mil 392 personas caídas en circunstancias violentas.
La suma de ambas cifras da como resultado que a tres mil 15 personas les han quitado la vida en el lapso comprendido del primero de enero del 2008 al 25 de agosto del 2009.
A la vez, agosto del 2009 se perfila como uno de los más violentos en los últimos 20 meses, ya que hasta anoche los asesinos habían cobrado la vida de 242 personas.
Este índice ya rebasó incluso a agosto del 2008, cuando se presentaron 228 homicidios.
Hasta ayer, julio de este año permanecía como el lapso con el mayor número de seres humanos inmolados porque mataron a 258.
De la información periodística y oficial, se desprende que el año pasado 87 mujeres fueron asesinadas, mientras que en lo que va de este el número de victimadas llega a 68.
De acuerdo con fuentes de la Subprocuraduría, el 80 por ciento de los casos de homicidio que se registran aquí están relacionados con el tráfico de drogas en modalidades como delincuencia organizada o narcomenudeo.
Otros orígenes tienen que ver con venganzas, relaciones sentimentales, robos y otros.
“Son datos demoledores”, sentenció el vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez, Hesiquio Trevizo, al ser enterado de la cifra de personas asesinadas aquí desde enero del 2008.
Aseguró que nunca, ni siquiera en la época de la Revolución Mexicana, se había alcanzado este nivel de personas que pierden la vida en circunstancias violentas.
El Gobierno federal, señaló, tiene que analizar la situación del estado con mucho cuidado, porque aquí está más dura que, por ejemplo, en Michoacán, por lo menos en lo que se refiere a los homicidios.
Desde el punto de vista de la Iglesia y de la fe, los gobiernos deben atender la problemática de la pobreza, generar empleos y garantías para la gente abandonada.
Trevizo mencionó que es necesario replantear la Operación Conjunta Chihuahua (OCCH), pero no sólo lo que respecta a la estrategia militar, sino en la social para que sea un cambio integral.
Dada las circunstancias actuales, consideró un milagro que la sociedad chihuahuense siga funcionando, porque a pesar de la crisis todavía muchas personas tienen su empleo.
“Ante la incertidumbre, estamos llamando a las autoridades de todos los niveles en medio de esta situación tan terrible, a que actúen en muchos frentes y no sólo contra el crimen”, dijo.
Consideró que se debe enfrentar el problema de la pobreza, del desempleo, crear centros alternativos de desarrollo, porque si no lo hacen se continuará creando un nido de cultivo y de posibilidades para el crimen organizado.
Por su parte, el criminólogo óscar Máynez Grijalva, mencionó que la gran mayoría de esos crímenes han ocurrido a pesar de la instrumentación de la OCCH, ya que lleva más de un año en el estado y no resultó funcional para combatir el crimen y reducir los índices de violencia.
“No ha funcionado, no sabemos cuáles son los parámetros para medir el éxito de este operativo, porque presentan cifras de armas, drogas y detenidos, pero la ciudadanía quiere tranquilidad y estar segura de que no la van a extorsionar, a robar sus carros o a secuestrarla”, expuso.
Manifestó que la violencia está desbordada, y no sólo por el crimen organizado, sino que alcanzó a todos los niveles de la población.
Cuando se cumplen 15 meses de las acciones coordinadas de los diferentes niveles de gobierno, las autoridades deben de sentarse a revisar lo que no funcionó y por qué, dijo.
“A la gente le interesa que se reduzcan los robos, no los resultados con kilogramos de mariguana, le interesa que se aclaren los homicidios, los secuestros y los asaltos”, detalló.
Añadió que la cifra de tres mil asesinados habla por sí sola, pero para la sociedad tiene un impacto porque genera entre los ciudadanos la sensación de que no existe ninguna autoridad a la que se le pueda solicitar apoyo.
“Ya falló la municipal, el Estado, el Ejército, ¿a quién recurre ahora la ciudadanía? Es un sentimiento de desesperanza que afecta el funcionamiento de la sociedad que se siente desprotegida”, advirtió.
El criminólogo consideró que la gran mayoría de la comunidad cumple con sus responsabilidades, paga impuestos, sale a votar, educa a sus hijos y, en cierta forma, responde a sus obligaciones.
Pero ni los funcionarios públicos ni los legisladores han cumplido con su tarea de dar protección a las personas, y si la sociedad no se puede apoyar en alguien para sentirse segura, entonces las consecuencias posteriores podrían ser que se inhabiliten las actividades económicas y sociales.
“Me parece una situación grave, porque los resultados de las autoridades son nulos si medimos el sentimiento de la sociedad, porque los decomisos no son las cifras que está buscando la ciudadanía”, concluyó.
Síguenos en redes sociales
Lo Más Popular Hoy