Lunes 11 de abril de 2011
Señal inequívoca de que un animal extraviado está en peligro de morir
Señal inequívoca de que un animal extraviado está en peligro de morir
Señal inequívoca de que un animal extraviado está en peligro de morir, es la presencia ominosa de la ronda de los zopilotes, quienes con implacable persistencia aumentan la velocidad de su vuelo y simultáneamente acortan la distancia en torno al que consideran que será su presa y bastará con que el más osado de estos carroñeros propine el primer picotazo para que la parvada entera se lance al ataque.
Sin el menor recato, sin siquiera preocuparse por la obviedad de sus acciones, sabiendo que la actual administración federal emanada del PAN tiene la vida demasiado complicada por la lucha a fondo en contra de todas las formas de delincuencia organizada que surgieron, medraron y crecieron, primero toleradas, luego fomentadas y al último hasta conformadas participativamente por las sucesivas administraciones priistas que jugaron simultáneamente en las dos canchas; la de la autoridad y la de la delincuencia. Hoy estos depredadores se aprestan a echar montón y cebarse sobre el pueblo de México que como animal enfermo permanece inerte, agobiado por el cansancio ideológico, el desgaste anímico y el miedo que lo paraliza.
El flamante presidente del PRI, Humberto Moreira, convoca a todos los gobernadores en función emanados de su partido para que utilizando todos los recursos a su alcance adelanten las acciones que consideren necesarias para asegurarles el regreso a la presidencia de la república, lo que menos les preocupa es si dichas acciones son electoralmente permitidas, éticas o al menos legales.
No se les levanta ningún infundio con esta afirmación porque públicamente declaró al ser cuestionado frente a cámaras y micrófonos de los medios informativos nacionales acerca de la validez de que estos funcionarios estatales acudieran a esa reunión de carácter innegablemente partidista, violando así la restricción específica que los obliga a mantenerse apartados del proselitismo, en vez de intentar desmentir la acusación, respondió con un cinismo solo concebible en un priista; que “si insisten en señalarlos, ellos se defenderán acusando de lo mismo al presidente de la república”, o sea que consideran tan justificada su tramposa acción como el chiquillo malcriado que se ensucia en el calzón y para que no lo regañen solo a él , en lugar de limpiarse , mejor embarra a los demás con su misma m…ugre.
Sabiendo cómo se las gastan, no es muy aventurado pensar (pues abundan datos) de que han sido ellos mismos los que han azuzado a los cárteles con los que ya desde antes cultivaban nexos para que ejerzan toda esta violencia que están mostrando y que se recrudece a medida que se acercan los comicios que les interesa ganar, es fácil identificarla como una estrategia ejercida en contra del actual gobierno a fin de crearle una despiadada presión que le aumente al PAN el costo político y lo haga perder simpatías entre a la ciudadanía. Es la vieja estrategia de calentar el mango del sartén para que el que lo tiene termine por soltarlo.
Si el dueño del animal enfermo llega a tiempo de espantar a los zopilotes, podrá recogerlo y levarlo al redil para que se recupere y sane. Si el pueblo de México recuerda que el PRI es el partido que asfixió la democracia en nuestro país con su autoritarismo salvaje durante más de setenta años, podrá ahuyentar a esos carroñeros que ahora se ciernen sobre su maltrecho cuerpo… antes de que sea demasiado tarde.
Aurelio Antonio Tiscareño
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