Martes 8 de junio de 2010
Hay dos opciones para recibir órganos: de un donador cadavérico o uno vivo
Hay dos opciones para recibir órganos: de un donador cadavérico o uno vivo
En 1963, el Instituto Mexicano del Seguro Social inició la experiencia médica de los trasplantes de órganos; en aquel entonces con un procedimiento renal. En Chihuahua, este programa inicia en 1998, en el Hospital General Regional No. 1, y se mantiene hasta la fecha.
Es importante informarse sobre la donación, la cuál debe ser voluntaria y altruista, ya que sin ella este proceso seria imposible; por esto hay que motivar a la sociedad a colaborar en este gran esfuerzo humanitario.
Las opciones para recibir órganos y tejidos son dos: obtenerlos de un donador cadavérico, esto es de una persona con muerte encefálica, o recibirlo de un donador vivo. Siendo esta última la opción más frecuente en nuestro país, con una sobrevida del receptor de 80 por ciento; mientras que del donante es de 100 por ciento.
En esta la mayoría de los órganos trasplantados provienen de familiares consanguíneos o pueden ser esposos, familiares políticos, amigos, vecinos, donde no existe ninguna relación de parentesco entre donador y requirente, ya que los requisitos indispensables para ser candidato donador son: ser compatibles orgánicamente, no presentar sobrepeso, obesidad e hipertensión.
El Seguro Social en coordinación con la Secretaría de Salud, a través del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) y del Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos (CETOT) capacita a los Coordinadores Hospitalarios de Donación.
El proceso inicia cuando el médico diagnostica un padecimiento que ha afectado gravemente un órgano o tejido específico de un paciente, quien es enviado al especialista que corresponda para determinar si hay suficientes razones médicas para que el problema se resuelva mediante un trasplante.
El paciente es sometido a un protocolo de evaluación para ver si reúne las condiciones necesarias para el trasplante, ya que no cualquier enfermedad puede ser tratada mediante el mismo.
En los pacientes que han sido trasplantados en un periodo de cinco años, uno de cada diez muere; mientras que quienes no fueron trasplantados, mueres siete de cada diez, en el mismo lapso.
Los órganos más requeridos para trasplante son: riñón, córnea e hígado. El costo de este tipo de operaciones en el extranjero es de alrededor de 350 mil dólares; mientras que en el Seguro Social los derechohabientes pueden beneficiarse sin ningún pago, no obstante este procedimiento implica una inversión institucional de alrededor de 600 mil a un millón de pesos.
Por lo que respecta al instrumental, se utiliza un laboratorio especializado, un hidrodisector, sistemas de coagulación, así como el instrumento de recuperador celular, parte de la tecnología de punta que se requiere para este tipo de procedimientos quirúrgicos.
Los trasplantes de órganos son la mejor opción para mejorar la calidad y la esperanza de vida en pacientes que sufren degeneración de órganos y tejidos que les ocasionan insuficiencias cardíacas, renales y hepáticas, entre otras. Pero, gracias al Programa de Trasplantes y la intervención oportuna de un grupo interdisciplinario de especialistas del IMSS y a los familiares, se le puede proporcionar una segunda oportunidad de vida a estos pacientes.
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