Hay 80 mil jóvenes a merced del narco

Están en edad de estudiar, pero no lo hacen y tampoco trabajan porque no tienen las suficientes oportunidades, posición que los coloca como fuertes candidatos a enrolarse a las filas del narcotráfico.

Sólo en la zona fronteriza del estado existen alrededor de 80 mil jóvenes en edad escolar que se encuentran en estas condiciones, de acuerdo con información de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) delegación Juárez.

El hecho de que miles de jóvenes fronterizos, en particular de Ciudad Juárez, no tengan alguna actividad, genera que puedan fácilmente ser reclutados por bandas del crimen organizado o pandilleros, con lo que se incrementan los índices de inseguridad y violencia.

Los jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 15 y 23 años, que no realizan ninguna actividad, se suman también a las listas de madres solteras y personas de la tercera edad que pueden mejorar sus posibilidades y, a decir del organismo empresarial, se deben implementar esquemas para rescatar a este grupo de personas e impulsar la producción de las diferentes empresas.

En entrevista concedida a la agencia de noticias Finsat, Carlos Chavira, presidente del organismo, señaló que "es un hecho que la mayoría de los jóvenes que no tienen empleo ni estudian busquen allegarse recursos de cualquier manera, ocasionando que esto sea una oportunidad para que las bandas del crimen organizado los recluten".

Estimaciones de la Secretaría de Educación y Cultura del Estado señalan que alrededor de 16 mil 500 alumnos de preescolar, primaria y secundaria dejaron de acudir a escuelas de la localidad a partir del ciclo escolar que inició el lunes pasado.

El informe indica que para el ciclo escolar 2010-2011 se esperaba el arribo a las aulas de 306 mil estudiantes de educación básica, tanto en escuelas privadas como oficiales, pero la matrícula actual es de 289 mil 406 estudiantes en la misma frontera.

Muchas de las familias que cuentan con recursos económicos prefirieron llevar a sus hijos a planteles de la vecina ciudad de El Paso, Texas, por miedo a que sean víctimas de la inseguridad durante su traslado de la casa a la escuela, además les afectó la crisis económica, pues otros padres carecen actualmente de recursos para pagar la colegiatura de un plantel privado, a pesar de que los propietarios de estos negocios han llegado a acuerdos con los padres de familia a fin de que paguen en plazos.